4 dic 2016

Sybil: una chica con 16 personalidades.



La sensación de que la engañasen. 
La ira. El terror. 
La sensación de estar atrapada. 
La profunda desconfianza hacia la gente.


La verdadera historia de Sybil nos da una visión poco habitual de la mente inconsciente y abre puertas a nuevos conocimientos. Siendo una reflexión acerca de la psicología anormal, el caso de Sybil Dorsett nos da una nueva visión de lo que es normal. No sólo nos permite realizar una nueva observación del increíble poder de la mente inconsciente en su motivación del comportamiento humano, sino también una nueva visión de la dinámica de las relaciones familiares destructivas, los aterradores efectos de un medio ambiente estrecho y con grandes prejuicios religiosos, la identificación de una mujer con los hombres de su familia, y la negativa de la autorrealización. En términos de lo que no se debe hacer, la historia de Sybil es una maravillosa lección sobre el cuidado infantil. Igualmente, la historia de Sybil ilumina el papel de la mente inconsciente en la creatividad; las sutiles interrelaciones del recordar y el olvidar, de la coexistencia del pasado con el presente; y el significado del ambiente primigenio en el desarrollo de las psiconeurosis. Se hallan implícitas también ciertas cuestiones filosóficas en este libro, principalmente la sutil relación entre lo real y lo irreal, y el significado del yo.
Esta narración aporta cierta luz sobre la génesis de las enfermedades mentales en términos de herencia y medio ambiente, y la diferencia entre la esquizofrenia y la Grande Hystérie, la enfermedad tan poco conocida que afligía a Sybil.
Quizá lo más importante de todo es la expansión de la conciencia que experimenta el lector cuando cae bajo el hechizo de las aventuras internas de Sybil.

Flora Rheta Schreiber, 1973



Personas a las que no había visto nunca antes insistían en que la conocían. Iba a un picnic y tenía la vaga sensación de haber estado allí antes. Se encontraba colgando de su armario ropa que no había comprado. Comenzaba una pintura y regresaba al estudio para encontrarse con que había sido terminada por alguien...en un estilo que no era el suyo. El dormir era una pesadilla. Cuando estaba dormida, no podía estar segura. Había muchas ocasiones en las que se levantaba sin haberse ido a dormir, o en que se iba a dormir sin que se despertase a la mañana siguiente, sino en algún momento no reconocible.

*

Sybil soñaba en música. Podía ver árboles, árboles negros, árboles blancos. También podía ver caballos corriendo y todo tipo de pollos. Los pollos eran todos de colores distintos. 

*

A la edad de tres años, Sybil no podía pensar en otra descripción para la masturbación mutua, la relación lesbiana de la que había sido testigo.